Editores cientificos: Carlos J. DeIgad0 Diaz y Thalia M. Fung River6n Autores: Aymara Zamora Reyes C 町 10S J. Delgado Dfaz Eduardo Rivas Acea EIsa Pérez Despa1gne Enrique P. Sånchez Hemåndez Estrella Å lvarez varela Francisco Benftez Echegoyen Héctor L6pez Salinas Herio To 厄 do Vila lliana Vinardell Grandal Jorge Cumberbatch Miguen José R. Acosta Sariego JO Vega Feliü Juan A. ArauJ0 Rufz Juan R. Fagund0 Castill 0 Lissette Travieso C6rdoba Ma. del Carmen Espinosa Llorréns Ma. Elena Cardoso Rodrfguez Marcela Go 引 ez Pérez Marcia Friman Pérez Nobel F. Rovirosa Morell Pedro A. ViIa Dfaz Rafael Pérez Cristiå Ram6n L. Casate Arias Raül Dupeyr6n MoraIes Thalia M. Fung R1ver6n Zhenia Milån Femåndez
fNDICE ECOLOGfA Y SOCIEDAD / 1 ECOLOGfA, POLfTICA, EDUCACIÖN AMBÆN- Medi0 ambiente y conciencias plurales / 5 M. Fung 犬ⅳ 6 Crisis ambiental, sociedad y educaci6n / 14 M del C 劭 E 加 0 覊 0 Sistema de formaci6n académica en educaci6n ambiental / 47 M EI 劭 0 C doso od 部 , E ue 死 c ん ez 〃鉱 - 〃血 d どカ S 記加 , ノ 44 R. Fa 死 C 襯 lo , CarIos De 0 イ 0 D ーア Ma 4 del Ca れ E 挈加 0 Una bioética sustentable para un desarrollo sosteni- b 厄 / 58 0 天 0 / co 0 S go Ec010gfa frente a desarrollo sostenible / 70 Z ん劭 M ″乙 Fe 川血イ % ー papel dela com題ⅲ面住 cientffica en formaci6n de polftica püblica de medio ambiente en Cuba / 99 Carlos s Delgado Diaz
ECOLOGiA Y SOCIEDAD ESTUDIOS EDITORE S CIENTfFICOS CARLOS J. DELGADO DiAZ THALfA M. FUNG RIVERÖN Tiera y Espaci0 EDITORIAL DE CIENCIAS SOCIALES, HABANA, 1999
ECOLOGiA, POLiTICA, EDUCACIÖN AMBIENTAL MEDIO AMBIENTE Y CONCIENCIAS PLURALES 記 M. Fung ⅳ e 〃 Universidad de La Habana Sociedad Cubana de lnvestlgaciones Filos6ficas Un ab 0 no publicado de Christopher CIarke ( 1 ) que aborda la modelaci6n de la conclencia participatona me 1ndLlJO a repensar miS consideraciones acerca de la relaci6n entre la conclencla ec016g1ca y sus diversos portadores. De la forma fåcilmente ommcomprensiva de las relaciones interactuantes entre las llamadas "fuer- zas humanas y naturales" se ha pasadO de manera pau- latma a diferenciaciones de orden diverso, las cuales parece lmponerse en la comunidad cientffica intemacio- nal el hecho de una relaci6n no S610 indisoluble, sino en estOS momentos en ex 仕第 0 peligrosa entre la sociedad humana y la naturaleza. La complgidad que habfa revelado la Ec010gia al desalT011arse C0n10 Ecologfa humana —distinci6n des- * LOS numeros entre parénteSIS remiten a la Bibliografia que se ubica 引 final de cada articulo y IOS que aparecen en cursiva indican pågina del libro de donde se tom6 cita. ( Ⅳ . 施 / E. ) 5
tlva g10balizaci6n de la cultura complementaria a la posmodema globalizaci6n de la economia. ES imprescindible asumir la dimension SOCial y cul- tural de la cnsis ambiental y su impacto en la cuest16n del desarrollo y el progreso. Ya que la cultura es expre- Si6n y sintesis de la humanizaci6n que el hombre hace de su ambiente, se reql.-llere entonces redimenslonar la relaci6n hombre-naturaleza SObre la base de una nueva cultura que sirva de SOStén espiritual a una nueva 0 integral concepci6n del desa 江 0110. La cnsis del limite de creclmiento, conocido informe que en 1972 emiti6 el Club de Roma, ale 6 sobre el peligro de que el desa 江 0110 alcanzado por las SOC1e- dades industrializadas, —entendido éSte como crecl- rmentO econom1C0 lncon 01ad0 ーー - estaba proxmo a traspasar las fronteras admisibles para no afectar con un impacto planetar10 a la salud y a la calidad de Ⅵ面 de las generaclones presentes y venideras. ( 3 ) Este aldabonazo debi6 ser 聞 duro golpe para la tesis desarrollista enarbolada por el Pnmer Mund0. Sin em- bargo, en la pråctica, el curso de IOS acontecimientOS ocurridos hasta hoy S610 han hecho cumplir 10S pron6s- ticos del informe e incluso rebasarlos. NO es de extrafiar que reunidos nuevamente veinte afiOS despues, 0 sea, en 1992 , el propio Club haya rendido un segundo mforme cuyo titulO es hartO elocuente: Mås 記 IOS ″″ . Las estadisticas mundiales son lmpreslonantes y ver- gonzosas. pero måS que 10S friOS son 10S hechOS los que han levantado definitivamente la bandera r0Ja de la amenazante crISis ambiental, sus efectos han dga- dO de ser subliminales y cada dia son mås palpables. 日 depredador c on sumi smo del Pnmer Mundo, asi como la agobiante pobreza y crecimiento acelerado preci- samente de la poblaci6n pobre del Tercer Mund0, actüan 60
En 1972 , cuando se celebr6 en EstocoImo la Pnmera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente, su mensaJe implfcito acerca de la higiene del medi0 ambiente y del equilibrio ecolågico IIeg6 a ser lnnecesanamente un tema de confrontaci6n enfre 10S paises mas avanzados del mundo y 10S paises en desarrollo. Este comienzo desafortunado se debi6 al ex- ceso de entusiasmo de 10S ambientalistas, segun expresan algunos autores. ( 24 ) Fueron e110S quienes convirtieron en un villano al "crecmuento econom1C0", mlentras que IOS palses en desarrollo veian en 61 su salvacion. Fue la entonces pnmera ministra de la lndia, lndira Gandhi, quien devolvlö a esa Conferencia un grado considerable de equilibno, al resaltar en su discurso de apertura tres argumentos importantes: 1. Una cosa es hablar de un promedio de crecmiento cuando el ingreso per cåpita alcanza måS de 5 000 d61ares y 0 a , descabellada, cuando el ingreso per cåpita es de 1 OO d61ares 0 menos. 2. EI geniO humano no reside en designar al crecimiento econom1C0 C0n10 el enemgo, S1no C0n10 lnstrumento de un sistema ambiental saludable. LOS dOS tienen que llegar a ser complementarios, no competidores. En efecto, sin un creclmiento råpido, d,de d6nde pue- den salir 10S recursos necesarios para combatir contaminacion y crear las tecnologias ambientales necesanas? 3. Aunque tenemos razon en protestar contra la conta- minaci6n de la nqueza —mas nqueza significa mas efluentes—, no debemos 01V1dar que para mil millo- nes de personas en el mundO las calamidades proue- nen de las contaminaciones de la pobreza, cuyos tr1Stes simbolos se encuentran en las aldeas y en 10S 26
ReguIaciones metod016gicas cubanas para evaluaci6n toxic016gica de plaguicidas Las regulaciones met0d016gicas mdispensables para la evaluaci6n toxic016gica de plaguicidas en Cuba con- templa las cuestlones siguientes (ver Cuadro 2 ). Estudios toxic016gicos primarios 鑈 c 0 イ 0 記 0 LOS ensayos de toxicidad por adminisfraci6n unica dan informaci6n acerca de 10S probables efectos de una sobredosis aguda en el hombre y son ütiles para el disefio de 10S estudios por administraci6n continuada en las especies animales adecuadas. EStO permite detectar 10S sfntomas de toxicidad aguda y determinar las condicio- nes de la muerte, calculåndose la LD50 y la relaci6n dosis-efecto. LOS animales se observarån a intervalos regulares, registråndose 10S sfntomas de toxicidad, momento de su pnmera manifestaci6n, gravedad Y tiempo de per- manencia, progresi6n, momento y caracterfsticas de las muertes. Se realiz6 la autopsia a t0d0S 10S animales y el examen hist016gco de 10S 6rganos que presentan modi- ficaciones macrosc6picas al final del estudio. EStOS ensayos serå necesano realizarlos por V1a oral, dérmica, mhalatona e intrapentoneal, manteniendo un rfodo de 0bservaci6n generalmente de 14 dias Y no menor de 7 dias. ー″″ 0d6 イど′川 4 ツ 0C4 Es esencial 10S posibles efectos de 10S plaguicidas la piel y 1 mucosas, ya que durante su manufactura Y manipulaci6n puede producirse el contacto con ellos. 208
de las diferentes clases sociales. Desafortunadamente, las cifras muestran mayor tendencia a la pobreza des- medlda y, por ende, condlciones samtanas de habitat no adecuadas. En la lndia la explosi6n poblacional ha hecho surgir en las zonas rurales 明 bamo bajo ( 0 big s ん ) , causando senos problemas de salud; la Ⅵ 0- lencia y 10S actos lrresponsables han crecido y muchas personas duennen en la calle. ( 15 ) Ahora bien, S1 se cumpliese la demanda de que las generaciones actuales sat1Sfagan sus necesidades que S1empre son crecientes, serfan 10S tOS necesanos para que las generaciones futuras sat1Sfa- gan sus necesidades? EstO analizado desde el importante punto de VISta de la explosi6n demogråfica del planeta y la tan preocupante escasez mundial del agua Con la pobIaci6n actual de 5 000 millones de habitan- tes ( 15 ) , para suplir las necesidades de alimento, ropa, transporte y Otras —sm considerar asuntos superfluos e el pl 明 e ね proporciona 聞 måximo de lnnecesanos— 10 000 kcal/persona/dia. AI no tener 聞 con 仕 01 del crecmiento demo 義 co , si se duplicara la pobIaci6n mundial el consumo per cåpita se reducirå a 5 000 kcal; cantidad que no cumple con la energia mimma necesana para que un ser humano sobreviva adecuadamente. Esta cuest16n es preocupante cuandO hablamos de cifras. La lndia —que måS que una nacion es caS1 un pequefio continente cuya poblaci6n crece a un n 血 0 acelerado —-en 1950 r 叩 0 れ 6 360 millones de personas y hoy alcanza cerca del bi116n de habitantes, con crecimiento economico per cåpita de 10S mås baJOS del mundo. EI nivel de desempleo es ね 1 que se reporta un esåmado de 18 , 5 millones de personas en busca de empleo. Cerca de 50 a 70 millones de nifios trabaJan en 75
concertarse las politicas püblicas de gobiemos y orga- mzaciones mundiales gubemamentales y las acclones y voluntades de las organizaciones no gubemamentales. Nuestra pnmera con 」 etura de la contaminaci6n de la conclencia ec016gica con 10S problemas inmediatos SO- ciales de sus portadores matenales nos conduce a plantear- nos: d,puede existir una conclencla ec016g1ca mundial? Creemos que la educaci6n ambiental desempefia papel pnmordial en la formaci6n de la conclencia ec016gica; mas, no podemos hacer abstracci6n de que las necesl- dades pnmanas el hombre tiene que satisfacerlas, inclu- SO, en un gradO de inconsciente indiferenclaclon con la naturaleza; en 0 OS términos, necesita comer, dar de comer a sus h1JOS, COb1, 」 arse, vestirse y, aunque sienta el placer estético de ver los årboles del bosque, no dudarå en convertirlos en lefia para calentarse y cocer sus alimentos. La literatura nos aporta numerosos e. 」 emplos, uno, conmovedor, es el refle 」 adO en 人イ 0 イ re tierra La formaci6n de una conciencla ec016gica no puede estar ni ser 」 ena, como analiza correctamente Enzens- berger, del debate ideolégico, ya que la neutralidad Y asepsia ide016gicas no son 0 a cosa que ideologia. lnsis- れ mos que la conclencla ec016gica se encuentra en proceso de formaclon, son apreciables en ella elementos dispares y su necesana tendencia a la universalidad no significa que no haya gradOS diversos cognitivos y axi016g1COS en su conformaci6n —desde actitudes negativlstas que recha- zan, de modo absoluto, cualquier conservatismo de la naturaleza y que se explican con el criterio de que el futuro no existe, hasta IOS que concentran sus esfuerzos dedicados a la actividad local proteccionista sin que reflexionen suficientemente SObre el hechO de que, aun- que las medidas globales sean urgentes, åenen que tomar- se en cuenta y pesar en 10S intereses de tOdOS 10S hombres
posmodemista, consecuencia de de 10S paradig- mas —de 10S grandes metarrelatos 創 0S6 COS e hist6ri- cos—, potenciada por el desenlace de la Guerra Fria y el derrumbe del socialismo real europeo, ha creadO un complaciente espe. 」 iS1れ0 de que es OCiOSO buscar SOlu- CIOnes globales a 10S macroproblemas del mundo actual y, SIn embargo, resulta mås pragmåtico tratar de resol- ver problemas particulares de determinados sectores 0 ramas de la vida SOCial, C01 O pueden ser las cuestlones éticas que la revoluci6n cientifico-técnica ha introduci- dO en la pråctlca médica y la investigacion cientifica. Actitud S ね que no cuestlona severamente ni muchO menos pone en riesgo el orden establecido en la posmo- demidad. la Bioética en estas condiciones servir de fundamento 1 oral y contribuir a formar un sistema referencial de pnnC1p10S y métodos de soluci6n moral- mente vålidos para 10S comple 」 os problemas que com- porta enrumbar el progreso humano por la senda del desarrollo sostenible? Hasta el momento la Bioética se ha concentrado en la cuest16n de la salud desde la perspectiva estrecha de la atencion médica y las politicas sanitanas; las diferentes consfrucciones te6ricas que han pretendido darle funda- mentO se han onentado en esa direcclon, 0 sea, su base 10S6 ca neotomista, utilitarista 0 neokantiana. Una de las teorias mås difundidas ha sido la conocida como "Prmcipalismo bioético" que tiene sus ralces en 10S trabaJ0s de la NationaI Commssion for the Protec- åon 0f Human Sub. 」 ects of BiomedicaI and Behauoral Research, creada por el Congreso de 10S Estados Unidos en 1974. EI encargo expreso de esta Comision era pronunclarse acerca de 10S problemas étiCOS de la inves- tigacion cientifica en seres humanos. Como C010f6n de